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Partiendo de la lectura del barrio de Nueva Pompeya como un barrio caracterizado desde sus orígenes por el uso mixto del suelo, con una fuerte impronta industrial, consideramos a la reactivación de este tipo de usos como forma de generar cambios positivos en la zona, aumentando la densidad residencial y la actividad productiva.
Hoy Nueva Pompeya ha perdido la consolidación espacial y cultural que tenia en sus inicios, generandose una ocupación irregular del tejido urbano, sin lógicas de ordenamiento espacial. Son varios los factores que generaron que el barrio obrero de aquellos años cayera en decadencia, uno de ellos fue el traslado y abandono de muchas industrias de la zona.

Entendemos el tejido mixto como un activador del desarrollo barrial, que hace posible que diferentes actividades en distintos  horarios y con diversos  grupos de personas convivan en un mismo barrio, generando así una zona “viva a todas horas”, que utiliza los servicios, el espacio público y la infraestructura de manera intensiva.
El mecanismo que proponemos parte de la infiltración de programas mixtos, que conbinen principalmente residencia y producción, en predios vacantes y estructuras existentes,como acción inicial que haga visible la propuesta en el barrio y ponga en marcha su mecanismo de acción.
Estas infiltraciones funcionan en conjunto con programas de actuación y una normativa especial que posibilitan e incentivan el desarrollo de programas de uso mixto y est ablecen lógicas de implantación que permitan el desarrollo del tejido mixto en el largo plazo.